12 de mayo de 2021
Muchos especialistas tienen en su plan de recuperación el rescate de MiPyMes pensado para 2030, pues viniendo de una pérdida de empleos y empresas que no pudieron sostenerse o están muy desgastadas, la recuperación necesita tiempo para devolverle competitividad a México, por fortuna y pese a la falta de apoyo por parte del Gobierno, existen estrategias que ya están desafiando el panorama.
El golpe de la regulación de subcontratación en plena pandemia es duro, pues la transición de 4.7 millones de empresas migrando a especializadas y no solamente a quienes manejaban un outsourcing responsable desde su core, sino a todo aquel servicio que pueda ser especializado, por ejemplo, si en la industria automotriz tenían el servicio de pintura con empleados de otra empresa ahora tendrán que tomar decisiones de conveniencia.
Una de las consecuencias es subir su costo nominal lo que eleva el precio para quienes contraten los servicios.
Una vez que la Secretaría de Trabajo exponga las reglas de operación, se observarán en los siguientes 3 meses las dificultades que se le presenten a las empresas para cumplir con éstos requisitos.
Al momento parece muy sencillo, para obtener el registro se habla de contar con firma electrónica vigente, Registro Federal de Contribuyentes (RFC), domicilio, geolocalización, teléfonos, Acta Constitutiva de la empresa de servicios especializados, afiliación al Infonavit y número total de trabajadores al momento de hacer la solicitud de registro.
En el tema del registro de actividad económica especializada, podría parecer sencillo, pero conforme a las malas prácticas o vicios a la hora de clasificarla, podrían aparecer varias que no son preponderantes y con la regulación deberá ser conforme al “catálogo de actividades para la clasificación de las empresas en el seguro de riegos de trabajo” del IMSS.
¿Cuánto tiempo implica poder obtener un registro?
Podríamos decir que, en 1 día, incluso de acuerdo a los lineamientos se habla de no generar ningún costo para las empresas y su publicación de registro sería casi inmediata, pero qué pasa si no tienen los documentos o están vencidos, si no hay citas, o razones por las cuales los patrones que dejen las cosas al final sin contar qué modalidad les conviene, si absorberán a todos los trabajadores, si solo unos cuantos regresarán a filas, entre otras cosas que quisieran analizar.
Hay que tomar en cuenta que al menos 60% de las MiPyMes todavía no conoce qué medidas tiene que implementar, tanto con la autoridad como con sus clientes y proveedores y aunque se brinde un acompañamiento y asesoría especializada, los 3 meses no parecen suficientes.
En promedio las MiPyMes tienen que realizar al año 169 trámites y cálculos ante diversas autoridades como el SAT e IMSS y aunque la STPS lance una plataforma digital sencilla, que no signifique una carga administrativa, la realidad es que se sumarán por lo menos unos 6 procedimientos más desde la regulación. La plataforma está planeada para el 24 de mayo.
Estrategias que desafían el panorama
Como notarás, la regulación tiene vacíos a pesar de estar aprobada, pero como el esquema de la subcontratación ha permitido a empresas y colaboradores a reactivar la economía, con poco más de 4 millones de personas en la fuerza laboral, es importante entender de qué forma contribuir a que el proceso no sea tan duro y que nos tome más tiempo recuperarnos.
Si a nivel global la subcontratación es respuesta es efectiva para las necesidades de mercados cambiantes, nuestro país no puede ser la excepción.
Auditorías internas
Te pasamos un ejemplo de una estrategia que funciona y resignifica al esquema de outsoucing con empresas formales que desde años, llevan correctamente sus prácticas y que ahora, junto con las empresas que contratan, se transforman en una corresponsabilidad solidaria para hacer que se cumplan los derechos laborales.
Las auditorías internas impulsan a las empresas a ingresar a un futuro orientado por la tecnología y la innovación para satisfacer las necesidades de un mercado informado y al día. Lo que han logrado estos esfuerzos es el crecimiento disruptivo de las organizaciones, que si bien, es un esfuerzo constante, se debe a las estrategias para mantener la calidad incluso en tiempos de crisis y cambios en las regulaciones.
Un mercado que espera que las empresas estén preparadas
La respuesta de las auditorías internas ante la nueva Reforma identifica las malas prácticas y mejora la entrega del servicio antes de: inspecciones, procedimientos rigurosos, carga administrativa y poderes fiscalizadores con sanciones enormes para quienes incumplen.
No es fácil, en realidad, en un contexto donde 99% de las empresas son micro, pequeñas y medianas, presionarlas para solidificar sus estructuras cuando a duras penas pueden sostenerse es condenarlas a retirarse del mercado, a dejar de generar más empleos, a no poder absorber al personal y por consecuencia el aumento de desempleo, pues la reforma dicta las reglas, pero no obliga a las empresas a conservar su plantilla.
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Esto sucede porque al regularizarse o mejorar las prácticas, es inversión que un consumidor con una economía comprometida difícilmente pagará.
¿Qué empresas están preparadas para evolucionar?
A pesar de que sus recursos son limitados, 7 de cada 10 empresas afirma que la transformación digital en sus empresas se aceleró por la contingencia sanitaria.
Sin aplicar nuevos enfoques, pero con capacidad de adaptarse a uno, la función de auditoría interna es complementaria a cualquier desarrollo, reforma o innovación y es capaz de llegar al cliente final con un buen resultado.
Entonces como empresa, si fomento la auditoría, que se adopten nuevas herramientas y técnicas, desarrollar las capacidades que se necesitan para responder de manera efectiva a los desafíos del presente entonces, fomento el orden, la orientación al cambio y que se desarrolle una visión coherente para cualquier función que beneficie a todos, no solo por proyecto, departamento o función.
El proceso es sencillo: Asegurar, Asesorar y Anticipar, ese es el valor agregado, conformado ya sea por un enfoque en ISO, EQA’s, Normas, Certificaciones, entre otras, las 3 A’s (líneas de defensa) son roles centrales para cualquier auditoría, pero es importante tomar en cuenta que mientras mayor número de actividades sean, mayores los problemas o riesgos.
Finalmente, retomando la Reforma, mientras las líneas de defensa (LoD -lines of defense- en inglés) entiendan y diseñen respuestas preventivas cuando el negocio dejó de hacer bien alguna función, la vigilancia será la mejor herramienta para una administración en riesgo; Con este tipo de medidas, se eliminan los vicios, se toman en cuenta las expectativas de crecimiento de la empresa, hay una conciencia de los errores, una mentalidad de cambio hacia la supervisión y una transformación eficiente.
Que no sorprenda en un futuro que esta práctica sea más común en las MiPyMes para elevar su perfil pese a las adversidades y sea cada vez más valorada por el mercado.