El regreso gradual a nuestras actividades conviviendo con un virus hasta ahora incurable, nos ha llevado a trabajar, trasladarnos, realizar compras y en general, vivir de forma muy distinta; que nos ha obligado a ser más conscientes del cuidado de la salud y de las buenas prácticas de higiene, limpieza y desinfección.
Conforme la sociedad retoma su cauce y recuperamos poco a poco una estabilidad económica (en cualquier Centro de trabajo) limpiar, desinfectar y sanitizar son vitales para evitar focos de contagio y rebrotes.
Estos procedimientos pueden ser más estrictos dependiendo el nivel de riesgo y de factores como el tamaño de la empresa o negocio, su actividad (giro) y las condiciones que determine el semáforo epidemiológico.
• Conocer los términos:
A raíz del Covid-19, limpiar, desinfectar y sanitizar se han usado de forma indistinta, pero lo recomendable es identificarlas correctamente y partir desde ahí:
Limpiar, como muchos la llevamos a cabo, consiste en eliminar de la superficie, polvo, basura, manchas, suciedad que se puede remover fácilmente y que se debe llevar a cabo rutinariamente. La limpieza por sí sola, no es suficiente, también debe haber protocolos de desinfección.
Desinfectar, es la destrucción o eliminación de microorganismos como: bacterias, virus, hongos, moho, entre otros, que se encuentran en las superficies y con las que tenemos contacto directamente. Para una desinfección efectiva, es necesario realizar un análisis de riesgos, para detectar los puntos críticos a desinfectar y aplicar el procedimiento
Por último, sanitizar (aunque como palabra no existe), es el proceso de utilizar un producto sobre las superficies con la finalidad de reducir (pero no necesariamente eliminar) los microorganismos en un espacio, y se realiza a través de productos germinicidas o antimicrobianos, en zonas o superficies de contacto, es una medida de prevención y un proceso complementario a la limpieza profunda y la desinfección. Las sanitizaciones vienen con un certificado para la empresa, tienen una vigencia aproximada de 15 días, dependiendo la residualidad del producto.
No es recomendable sanitizar diariamente ya que altas dosis de un producto (aunque esté aprobado por la FDA), pueden resultar tóxicas y no hace más efectivo los otros dos procesos, pero sí es de gran utilidad y logra seguridad en el ambiente.
• Establecer un equipo de trabajo y capacitarlo:
Si ya cuentas con una persona o un grupo que se dediquen a la limpieza de rutina para tu Centro, es necesario cumplir con los lineamientos básicos que se proponen en la Nueva Normalidad, buscando las listas de comprobación que solicitan las autoridades y capacitar al personal para llevar a cabo las medidas.
Como lo vimos anteriormente, no es suficiente tener un equipo de limpieza, también es necesaria, si no una cuadrilla, al menos una persona que se dedique a vigilar que las medidas se cumplan y que el Centro de trabajo esté al tanto de los nuevos decretos de las autoridades conforme cambia el semáforo.
La capacitación más recomendable para ambos casos son los cursos gratuitos de CLIMSS y en caso de requerir capacitación especializada, personalizada al giro y que brinde seguridad no solo para los colaboradores sino también para los clientes, Linsa® puede brindar estos conocimientos y certificados a diferentes sectores.
• Analizar los puntos clave de riesgo:
Debido a que colocar el tapete sanitizante en la entrada o medir la temperatura no son suficientes para evitar rebrotes, ya que las personas dentro de un establecimiento invariablemente tendrán contacto con muchos puntos, sobre todo en giros comerciales, es necesario evaluarlos para saber a dónde enviaremos a nuestro equipo a limpiar o desinfectar y con qué frecuencia. La supervisión constante permitirá que el análisis que se realizó, también se cumpla.
• Cumplir con cada proceso
Aplicar un procedimiento de limpieza con el que se llevará un control por área, es decir, el proceso para limpieza de sanitarios no será el mismo que para el de oficinas, el manejo de químicos para un laboratorio no serán el mismo que el de un restaurante y en cuestión del personal, no será el mismo proceso para de proveedores, clientes o colaboradores.
ISSA (International Sanitary Supply Association) junto con el GBAC (Global Biorisk Advisory Council®), brindan educación, capacitación y recursos para ayudar a las empresas a manejar el brote de COVID-19, cumpliendo con estándares, evaluando objetivamente la efectividad de los procesos de limpieza, utilizando medidores ATP y un proceso de auditoría más tradicional, basado en la filosofía: “Limpiar, Medir, Monitorear” para crear un #EspacioSeguro. Con la inspección o supervisión constante, se pueden logran niveles de limpieza que cumplan con los protocolos sanitarios y además, mantengan las instalaciones seguras.
Subcontratar un servicio que cuente una metodología de limpieza, desinfección y sanitización, que asegure el cumplimiento de los protocolos y las normas sanitarias, es una excelente opción para acreditar auditorias, evitar contagios, ahorrar tiempo y contribuir a la generación de empleos formales.
Para saber más sobre este tema, te recomendamos ver Subcontratación, solidarios responsables.
¿Qué acreditaciones validan mis procedimientos sanitarios?
Las empresas necesitan capacitarse, garantizar que los productos que usan están avalados por las instituciones correspondientes y que sus métodos cumplan con los procesos determinados por la Secretaría de Salud y por Protección Civil. Uno de ellos es a través de GBAC, sin embargo, los más comunes son: COFERPIS, Didascalia, IMSS (CLIMSS), Sistemas de gestión de calidad (ISO), Dun & Bradstreet, STPS; entre otros.
No bajar la guardia; seguir en alerta sanitaria, seguir los protocolos y estar listos para la segunda etapa del “Coronavirus”, nos permitirá recuperar empleos, reactivar la economía y lo más importante, estar sanos.