El talento humano como factor de éxito

Los seres humanos somos talentosos por el simple hecho de existir. Sin embargo, no todos conocemos nuestros talentos ni sacamos provecho de ellos. Cada persona tiene diferentes talentos y cuando esos se unen con un equipo, el factor de éxito se da por sentado. El secreto radica en estar en el sitio adecuado para ser la persona correcta en el rol que nos toca jugar dentro de una organización.

Los individuos conforman las organizaciones; las personas preparadas hacen empresas exitosas. Las competencias intrapersonales se conjugan al convertir las cualidades en talentos, eso se logra con tenacidad y compromiso, siendo una constante en nuestro trabajo diario.

Cada uno es responsable de su desarrollo y crecimiento profesional, pero el líder es quien orienta y define las estrategias para guiar con dedicación a su equipo para lograr moldear los talentos y aprovecharlos al máximo.

Todo inicia desde el proceso de reclutamiento y selección del personal, sin embargo, invertir en la capacitación y formación del talento humano en las organizaciones es la tendencia dentro de las empresas exitosas, al brindar herramientas a sus colaboradores para sacar su potencial y generar cambios efectivos en su comportamiento.

La adaptabilidad al cambio, las sanas relaciones interpersonales, la organización, el liderazgo, el trabajo en equipo, el pensamiento estratégico, el control de actividades y la negociación, son algunas de las competencias que deben servir de base para una empresa sólida.

Una visión compartida y un propósito son clave para ser coherentes, congruentes y consistente como empresa, alineando los objetivos hacia logros comunes que se celebran en conjunto.

Las empresas deben de estar conscientes que las personas que trabajan en ella, son los que hacen la diferencia y hacen que los éxitos sean posibles, por eso se debe de aprovechar el talento humano al máximo, haciendo mayores las curvas de aprendizaje y hacer un trabajo satisfactorio, ya que, cuando se disfruta del trabajo, las personas se sienten cómodas y orgullosas de lograr resultados positivos.

Los retos siempre existirán, lo mismo que los problemas, la diferencia radica en cómo los enfrentamos y en la manera en la que el equipo resuelve los problemas, con un enfoque colectivo y una sólida estrategia basada en las múltiples perspectivas, utilizando los talentos individuales para que, al sumarlos, la empresa tenga respuestas efectivas y contundentes en beneficio de los clientes y los colaboradores.

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